Para hacer esa tarta de queso me he basado en la receta del pastel de queso japonés que sólo lleva tres ingredientes. Seguro que lo habéis visto por Internet. Lo que yo he hecho es añadirle una base de galleta porque me parecía que le iba bien y lo he acompañado de un sirope de chocolate que combina muy bien con el sabor suave del pastel. La puedes comer tal cual, sin el chocolate, pero lo cierto es que la mezcla de sabores está muy acertada.
3 huevos
120 g. de chocolate blanco
120 g. de queso crema
50 g. de mantequilla
125 g. de galletas tipo digestive
Preparación:
Mete las galletas en una bolsa, ciérrala bien y con un rodillo de madera aplástalas hasta reducirlas a polvo. Mezcla después con la mantequilla hasta obtener una pasta. Forra con papel de hornear el fondo y las paredes de un molde redondo de 20 cm de diámetro. Unta el papel con un poco de mantequilla y en el fondo del molde echa la galleta. Deja la base lo más plana posible. Reserva.
Precalienta el horno a 170 ºC.
Bate las claras y cuando estén a punto de nieve, échalas en la mezcla anterior y remueve suavemente para que no se bajen.
Echa la mezcla encima de la base de galleta y coloca el molde en la bandeja del horno. Echa un poco de agua caliente en la bandeja. Hornea 170 ºC durante 15 minutos. Después, baja la temperatura del horno a 160 ºC y déjalo otros 15 minutos más. Por último, apaga el horno y deja el pastel otros 15 minutos más.
Sácalo del horno y cuando esté frío , mételo en el frigorífico. Sírvelo frío con un poco de sirope de chocolate, azúcar glas o mermelada.
