Este tipo de recetas apetecen en cualquier época del año. A veces tengo excedente de puerros en mi cocina y me las tengo que ingeniar para darles salida sin repetirme demasiado. Esta vez me apetecía mezclar verduras y como la crema de calabacín me gusta mucho, no me lo pensé ni dos segundos.
El resultado no desilusiona, os lo puedo asegurar, ya que no es otro que el de una crema suave y muy rica. De las que uno no se cansa de comer cucharada a cucharada y de las que casi te da pena que se terminé.
Ingredientes:
- 2 puerros
- 1 calabacín con piel
- 1/4 cebolla grande
- agua
- 1 o 2 cucharillas de caldo concentrado casero
- cebollino
- un chorrón de nata
Preparación:
Corta las verduras finamente y sofríelas en un poco de aceite de oliva.
Añade agua hasta cubrir las verduras. A mi me gusta echar bastante para utilizar el caldo de verduras sobrante en otras recetas.
Echa el caldo concentrado y cocina a fuego medio hasta que las verduras estén bien cocidas.
Quita parte del caldo y bate con la batidora. Si se queda muy espeso, añade algo del caldo. Al final echa un poco de nata líquida, la justa para darle un poco de cremosidad. Adorna cada plato con un poco de cebollino picado.
Echa el caldo concentrado y cocina a fuego medio hasta que las verduras estén bien cocidas.
Quita parte del caldo y bate con la batidora. Si se queda muy espeso, añade algo del caldo. Al final echa un poco de nata líquida, la justa para darle un poco de cremosidad. Adorna cada plato con un poco de cebollino picado.
