¡Tan monos que da pena comérselos! Son muy fáciles de preparar y su sabor recuerda al de los Marshmallow. Están muy ricos, pero eso sí, con un par vas más que sobrada. A mi personalmente me parecen una buena idea para un cumpleaños. Seguro que los invitados los hacen desaparecer en un plis plas.
Con estas cantidades llenarás una manga pastelaera, así que si no quieres llenar tu cocina de fantasmas, te aconsejo que reduzcas las cantidades a la mitad.
Ingredientes:
4 claras de huevo
un pellizco de sal
4 hojas de gelatina
70 ml de agua
250 de azúcar glas
1/2 cucharilla de azúcar vainillada
galletas oreo
1 trozo pequeño de chocolate 70% cacao
Preparación:
En un bol pequeño lleno de agua fría, echa las hojas de gelatina para que se ablanden.
En una olla pequeña echa el agua y el azúcar para hacer el almíbar. Calienta hasta alcanzar 121 ºC.
En un bol grande echa el pellizco de sal y las claras y móntalas a punto de nieve. Cuando las claras estén bien montadas añade poco a poco el almíbar sin dejar de batir. Añade el azúcar vainillada.
Escurre la gelatina y échala en un bol con dos cucharadas de agua caliente para que se disuelva. Échalas en las claras y bate hasta que toda la preparación se enfríe.
Mete el merengue en una manga pastelera con boquilla en forma redondeada y rellena en forma circular y ascendente cada oreo. Si lo prefieres, puedes separar antes las dos galletas de los oreos para hacer más cantidad de fantasmines.
En un bol calienta el chocolate 10 segundos en el microondas, remueve y calienta otros 10 segundos. Repite hasta que el chocolate esté totalmente disuelto. Haciendo esto evitarás que se te queme. Introduce la punta de un palillo en el chocolate y pinta los ojos y la boca en cada fantasma.