¡Madre mía la de años que no comía unos calamares a la romana hechos en casa! Recuerdo que mi madre los preparaba de vez en cuando en casa, pero a mi nunca me había dado por hacerlos. ¡Y mira que son fáciles de preparar! El otro día vi esta receta en El forner d'alella y me entraron unas ganas tremendas de comer calamares a la romana. Espero que os animéis a hacerlos vosotras/os también en casa.
Ingredientes:
- 300 g. de calamares
- 100 g. de harina
- 140 ml de agua
- ralladura de medio limón (solo la parte amarilla)
- 8 g. de levadura Royal
- sal
- aceite de girasol virgen extra
Preparación:
- Para ahorrar tiempo pide a tu pescadería que te lo limpien o cómpralo ya cortado en aros. Échalos en un paño de cocina que no suelte pelo y cúbrelos con el mismo trapo para que se sequen lo más posible.
- Para preparar el rebozado echa en un bol la harina y despacio añade el agua. Remueve bien que no se hagan grumos. Después echa la ralladura de limón, la sal y la levadura y lo remueve para que se integren bien todos los ingredientes. Cada harina necesita más o menos cantidad de agua, lo que tienes que conseguir es una textura que no sea demasiado espesa.
- Una vez echo el rebozado, echa los calamares a la masa del rebozado y remueve para que los calamares se impregnen bien.
- En una sartén pequeña y honda pon abundante aceite de girasol. Es importante poner mucho aceite para que no se quemen los calamares al freírlos. Cuando el aceite esté bien caliente, echa los calamares de uno en uno y fríelos hasta que el rebozado se dore ligeramente.
- Una vez fritos colócalos sobre papel absorbente de cocina para que suelten el exceso de aceite. Si lo prefieres, puedes echar por encima justo antes de servir un poco de limón exprimido.