¡Mi primer cupcake! Reconozco que antes pensaba que los cupcakes no eran más que magdalenas decoradas, y en realidad lo son, pero ¡Qué bonitas y buenas están! Los cupcakes están de moda y los podemos ver por todas partes: televisión, blogs de cocina, tiendas de repostería, cafeterías... Yo he querido empezar por un clásico, el cupcake de chocolate cubierto de crema de queso.
También tenía curiosidad por hacer una cobertura de este tipo, nunca me había puesto a ello y lo cierto es que el resultado salta a la vista. Simplemente decir que me ha encantado. Combina perfectamente con la magdalena, de hecho creo que está mucho más rica con esta crema. La mezcla de sabor y textura en la boca es una pasada. Ah! Y otra cosa que quería hacer desde hace tiempo: ¡Quitarme el miedo a decorar con una manga pastelera! Lo reconozco, lo he intentado sin mucho éxito en otras ocasiones, pero por fin puedo decir que la manga pastelera hace lo que yo quiero y no al revés, ja ja ja.
Ingredientes:
120 ml de aceite de girasol virgen extra
200 g. de azúcar (yo he usado 170 y 30 g. de azúcar invertido)
3 huevos medianos
120 ml de leche
180 g. de harina de repostería
1 cucharilla y media de levadura Royal
40 g. de cacao
1 cucharilla de piel de naranja seca
1/2 cucharilla de jengibre seco
120 g de mantequilla
200 g. de azúcar glas (mejor icing sugar)
120 g. de queso de untar
Preparación:
Para preparar las magdalenas mezcla el aceite con el azúcar. Añade los huevos y la leche y mezcla bien. Añade la harina tamizada junto con la levadura y por último el cacao. Bate todo a mano con una varilla y al final añade la piel de naranja y el jengibre seco.
Coloca el papel para las magdalenas dentro de la bandeja para hacer magdalenas y llénalos hasta la mitad. Hornea durante 20 minutos a 180 ºC. Saca las magdalenas y colócalas sobre una rejilla para que se enfríen.
Para preparar el frosting de queso bate con las varillas eléctricas la mantequilla con el azúcar. Es mejor usar icing sugar porque es más fino que el azúcar glas. En Internet puedes ver cómo se prepara. Es muy fácil.
Cuando la mezcla esté blanquecina, añade el queso crema y bate hasta integrar todos los ingredientes. Mete la crema en la manga pastelera con boquilla de estrella y reserva.
Con una espátula cubre un poco cada magdalena con la crema de queso. Así el frosting no se moverá. Con la manga pastelera decora cada magdalena empezando por el centro y moviendo la manga en forma de espiral hacia fuera. Así de fácil.