Alcachofas fritas, una forma sencilla de comer esta deliciosa verdura que en casa nos gusta mucho. Primero se pelan las alcachofas, después se cuecen, se empanan y se fríen. Tal cual están muy ricas, pero yo las suelo acompañar de una salsa hecha con alcachofa cocida y aceite de oliva. Es muy suave y a mi personalmente me parece que le va muy bien a la alcachofa frita.
Si no has limpiado nunca alcachofas al principio te parecerá que estás quitando y desaprovechando demasiadas hojas, al menos eso me pasaba a mi, pero después te darás cuenta de que ha merecido la pena, porque lo más tierno es el corazón. Yo siempre que puedo compro alcachofa de Navarra, una variedad conocida como Blanca de Navarra y que se cultiva en el sur de esta provincia. Esta variedad se diferencia de otras entre otras cosas por tener un orificio circular en la parte superior debido a que sus hojas no llegan a juntarse para cerrar la cabezuela. No sé como serán otras variedades, pero esta una vez cocida es mantequilla pura.
Ingredientes:
10 alcachofas
1 huevo
harina
copos de puré de patata
pan rallado
sal
pimienta negra
aceite de oliva
Preparación:
Lo primero que tienes que hacer es pelar las alcachofas, para ello puedes usar un cuchillo pequeño o simplemente tus manos. Arranca todas las hojas hasta que llegues al corazón de la alcachofa, es decir, hasta que veas las hojas más claras. Deja dos cm de tallo y pélalo también. Después corta la punta de la alcachofa y parte el corazón por la mitad.
Para que la alcachofa no se oscurezca hay quien las frota con medio limón antes de echarlas en una fuente con agua, y hay quien echa directamente limón en ese agua. Yo esta vez no he hecho nada de esto. He puesto a hervir una perola con bastante agua y un puñado de sal. Conforme iba cortando las alcachofas las he ido echando y las he dejado hirviendo con la tapa puesta unos 15 minutos. Claro que si tienes que pelar muchas alcachofas para cuando termines con las últimas, las primeras ya estarán muy cocidas. Así que lo mejor es que uses limón o que alguien te ayude a pelarlas para acabar antes.
Una vez cocidas, escúrrelas bien y cuando estén bastante secas échales si lo necesitan un poco de sal y empánalas. Puedes pasarlas por harina y huevo, por harina, huevo y pan rallado o hacer lo que he hecho yo, es decir, primero la harina, después el huevo y por último por una mezcla a partes iguales de pan rallado y escamas para hacer puré de patatas. Os aseguro que quedan riquísimas.
Fríe las alcachofas en abundante aceite de oliva y colócalas sobre papel absorvente.
Mientras prepara la salsa. Bate unas 3 o 4 mitades de alcachofas cocidas con un buen chorrón de aceite de oliva virgen extra. Salpimienta al gusto y si queda demasiado espesa, añade un poco de agua o caldo de verduras.