¿Conocéis a alguien a quien no le guste la panna cotta? Yo todavía no... No en vano, la panna cotta es un postre muy apreciado en Italia, los italianos la adoran. Y no es para menos ya que este postre es realmente delicioso. Como su nombre en italiano indica, la panna cotta no es otra cosa que nata cocida. No era difícil inventar esta receta ¿verdad?, pero el mérito es sin duda italiano. En los últimos años ha transpasado fronteras y ha llegado a nuestros hogares, y al parecer lo ha hecho para quedarse. Si nunca la habéis probado, ya estáis corriendo a la tienda para comprar los ingredientes. Estoy segura de que os va a encantar.
Os propongo dos versiones, la tradicional y otra que lleva también yogurt griego. Esta segunda opción la vi en un video de Jamie Oliver. Se trata de una versión más cremosa que la panna cotta tradicional, pero también muy rica.
Ingredientes (primera versión):
- 400 ml. de nata para cocinar
- 150 ml. de leche
- 100 g. de azúcar o 50 g. de xilitol
- 4 hojas de gelatina (8 g. aproximadamente)
- caramelo líquido o mermelada
Preparación:
- Deja la gelatina en un vaso de agua fría durante unos 15 minutos.
- Mientras, calienta unos minutos la nata, la leche y el azúcar. No debe llegar a hervir. Escurre la gelatina y únela al resto de los ingredientes. Mezcla bien hasta su completa disolución y vierte la preparación en moldes pequeños.
- Déjalos enfriar en la nevera al menos 6 horas.
- Después, desmolda y echa por encima un poco de caramelo o de la mermelada que más te guste.
Ingredientes (segunda versión):
- 400 ml. de nata para montar
- 3 hojas de gelatina en láminas
- 50 g. de azúcar
- 1 vaina de vainilla
- 1 trozo de piel de limón
- 400 g. de yogurt griego
- fresas y galletas (yo uso palets bretones)
Preparación:
- Deja la gelatina en un vaso de agua fría durante unos 15 minutos.
- Mientras, calienta unos minutos la nata, la vainilla, la piel de limón y el azúcar. No debe llegar a hervir.
- Apaga el fuego y quita la piel de limón.
- Escurre la gelatina y únela al resto de los ingredientes. Mezcla bien hasta su completa disolución y deja reposar hasta que esté templado. Remueve de vez en cuando mientras tanto.
- Cuando esté templado, añade el yogurt griego y mezcla bien.
- Echa la mezcla en moldes pequeños.
- Déjalos enfriar en la nevera al menos 6 horas.
- Después, para desmoldar mete unos segundos cada molde en un poco de agua caliente y dale la vuelta sobre un plato pequeño.
- Sirve con fresas troceadas y los palets bretones desmigajados.