Hacer unas almendras fritas no tiene ninguna dificultad y me parecen una buena opción como picoteo para una sobremesa. En la bandeja del turrón nunca faltan ni saladillas, ni garrapiñadas, ni por supuesto almendras fritas. Como digo, preparar este tipo de almendra no tienen ninguna complicación, eso sí, vigílalas continuamente mientras se fríen porque en un abrir y cerrar de ojos pasan de tener un bonito color dorado a un horrible color quemado.
Ingredientes:
1 tazón de almendras crudas
1 chorrón de aceite de oliva
1 pizca de sal gorda
1 pizca de sal fina
Preparación:
Lo primero que tienes que hacer es escaldar las almendras para poder pelarlas. Una vez peladas, colócalas sobre una superficie bien extendidas hasta que se sequen.
Echa un buen chorrón de aceite en una perola pequeña y cuando esté caliente echa las almendras. Baja el fuego para que se doren despacio y remueve constantemente.
Cuando adquieran el color deseado apártalas del fuego y cuélalas. Extiéndelas sobre papel de cocina para que absorba el exceso de aceite y echa un poco de sal por encima. Remueve con una cuchara y deja enfriar.
