Hacía una eternidad que no comía pasta al horno. Hace años probé varias recetas hechas por amigos italianos que como podréis imaginar estaban riquísimas, pero cuando me ponía a hacer yo sola en mi casa alguna receta de pasta gratinada, no me quedaba igual. Por suerte, el otro día me dio por ojear un libro de recetas italianas que tengo desde hace unos cuantos años y encontré esta receta. Me ha encantado. La primera cucharada me ha traído a la memoria muchos recuerdos, así que sin duda puedo decir que ahora yo también sé hacer una buena pasta al horno. Espero que os guste...
Ingredientes para 5 personas:
500 g. de macarrones rallados
500 g. de salsa de tomate
200 g. de carne picada
1/2 l. de bechamel
50 g. de mantequilla
queso parmesano
Preparación:
Cuece la pasta en abundante agua hirviendo y salada. No cuezas demasiado la pasta porque con la cocción en el horno se terminará de hacer.
Mientras, sofríe la carne picada y añade la salsa de tomate. Salpimienta al gusto.
Mezcla la pasta y el tomate y échalo en la bandeja que meterás después al horno. Antes de echar la pasta no olvides untar un poco el fondo de la bandeja con mantequilla.
Prepara la bechamel y echa la mitad sobre la pasta con tomate. Remueve ligeramente para que se mezclen todos los ingredientes y echa por encima la bechamel restante. Echa por encima algunos trocitos de mantequilla. A mi me gusta echar la mantequilla encima de los macarrones que no ha cubierto la bechamel.
Espolvorea con queso parmesano y gratina unos minutos hasta que la parte superior se dore ligeramente. No conviene tener la bandeja mucho tiempo en el horno porque si no algunos macarrones se secarán demasiado.
Sirve caliente y echa un poco más de queso parmesano en cada plato.
