¡Y ahora una de pasta! Hacía tiempo que no colgaba en el blog una receta italiana y aquí tenéis una que tiene un poco de trabajillo, pero que está molto, molto buona. Lo cierto es que yo disfruto haciendo pasta fresca en casa y lo de los raviolis me parece una pasada. Puedo pasarme la mañana entera sumergida en harina y no me doy ni cuenta. Espero que os guste la receta de hoy y que os animéis a hacerla. Os aseguro que es meterse el primer ravioli en la boca y teletransportarse de un salto al país vecino.
En este caso el relleno lleva requesón, pero los puedes rellenar de lo que más te guste. Yo llevo tiempo buscando recetas donde se use requesón, porque por estos lares se usa muy poco en cocina y creo que tienen un montón de posibilidades. Incluso sólo con un poco de miel me chifla. Por suerte, cada vez es más fácil encontrarlo en los supermercados, pero durante muchos años ha sido el gran olvidado.
Bueno... y ahora a la receta.
Ingredientes para la pasta:
- 200 g. de harina de trigo normal
- 2 huevos
- 1 pellizco de sal
Ingredientes para el relleno:
- 4 chalotas
- 1 yema
- 200 g. de requesón
- 2 cucharadas de espinacas cocidas
Ingredientes para la salsa:
- 1 cebolla grande
- 1 rama de apio
- 1 lata de tomate natural
Preparación:
Lo primero es hacer las láminas de pasta. Para ello mezcla en un bol todos los ingredientes y amasa con las manos hasta obtener una masa homogénea y compacta. Envuélvela con papel transparente y métela en el frigorífico durante una hora. Por cierto, las cantidades aquí indicadas son para dos personas. Mi máquina para hacer pasta tiene 6 números que corresponden al grosor que da a la pasta. Para los raviolis paso la masa hasta el penúltimo punto, es decir, hasta el número dos. De todas formas, puede que no todas las marcas sean iguales. La mía es de la marca Imperia y lo que te recomiendo es que pruebes diferentes grosores hasta obtener el que más te guste para este tipo de recetas. Una vez echas todas las láminas de pasta, déjalas sobre un paño de algodón para que se vayan secando un poco.Lo siguiente es preparar la salsa de tomate y el relleno. En una sartén sofríe la cebolla finamente picada y dos trozos grandes de apio. Cuando la cebolla esté dorada, echa el tomate y un poco de sal. Cocina a fuego bajo y mientras prepara el relleno.
Para ello tienes que sofreír las chalotas finamente picadas. Cuando estén caramelizadas, échalas en un bol y añade el requesón y las espinacas cocidas. Mezcla bien y al final añade una yema de huevo. Mezcla todo bien y reserva.
Con la ayuda de un cortapastas como el de la foto, corta pequeños círculos. Yo utilizo un cortapastas de 6 cm de diámetro porque me parece un tamaño perfecto para poder formar después los raviolis. Con una cucharilla coloca pequeñas porciones del relleno sobre la mitad de los círculos.
Pasa clara de huevo por el borde de la pasta (aprovecha la que te ha quedado al separar la yema para el relleno) y coloca otro círculo encima. Intenta que te coincidan las formas redondeadas de ambos círculos. Colócalos sobre una bandeja sobre papel de hornear. Como ves en las fotos, otra opción es plegar sobre si mismo cada círculo como si fuera una empanadilla y si lo prefieres, puedes unir los extremos. Yo pongo un poco de clara de huevo en uno de los extremos y después los uno presionando bien para estar segura de que no se va a abrir. La verdad es que quedan súper bonitos, pero eso sí, tienen más trabajo.
Los raviolis ya están listos para ser cocidos, pero a mi me gusta secarlos un poco antes de echarlos al agua hirviendo. Por ello, lo que hago es calentar el horno, meter la bandeja de los raviolis rellenos y apagarlo. Los dejo ahí varias horas, controlando al principio para que no se sequen demasiado. Esto lo dejo a tu elección.
Con la ayuda de un cortapastas como el de la foto, corta pequeños círculos. Yo utilizo un cortapastas de 6 cm de diámetro porque me parece un tamaño perfecto para poder formar después los raviolis. Con una cucharilla coloca pequeñas porciones del relleno sobre la mitad de los círculos.
Pasa clara de huevo por el borde de la pasta (aprovecha la que te ha quedado al separar la yema para el relleno) y coloca otro círculo encima. Intenta que te coincidan las formas redondeadas de ambos círculos. Colócalos sobre una bandeja sobre papel de hornear. Como ves en las fotos, otra opción es plegar sobre si mismo cada círculo como si fuera una empanadilla y si lo prefieres, puedes unir los extremos. Yo pongo un poco de clara de huevo en uno de los extremos y después los uno presionando bien para estar segura de que no se va a abrir. La verdad es que quedan súper bonitos, pero eso sí, tienen más trabajo.
Los raviolis ya están listos para ser cocidos, pero a mi me gusta secarlos un poco antes de echarlos al agua hirviendo. Por ello, lo que hago es calentar el horno, meter la bandeja de los raviolis rellenos y apagarlo. Los dejo ahí varias horas, controlando al principio para que no se sequen demasiado. Esto lo dejo a tu elección.
Si no haces esto, los cueces en abunadante agua salda durante un par de minutos y si los haces, durante unos 10 minutos.
Aparta el apio del tomate y lo trituras. Echa la salsa por encima de los raviolis, echa un chorrón de aceite de oliva y queso parmesano.
Buon appetito!
Aparta el apio del tomate y lo trituras. Echa la salsa por encima de los raviolis, echa un chorrón de aceite de oliva y queso parmesano.
Buon appetito!
