La verdad es que hacer galletas es la mar de sencillo, sin embargo, debo reconocer que es algo que me da mucha pereza. La razón, ni yo misma la sé. Lo que si os puedo asegurar es que en cuanto pruebo una una de mis pastas, siempre me digo a mi misma que haré pastas y galletas más a menudo. Luego... por lo visto se me olvida y pasan meses hasta la siguiente hornada. Estas galletas son ideales para desayunar. Por cierto, son del blog sabores de colores y están muy ricas, aunque creo que se podrían hacer con un poco menos de azúcar y con un poco de canela y clavo seguro que están de muerte.
Ingredientes:
150 ml aceite girasol virgen extra
185 g. azúcar moreno
1 huevo
65 g. miel
1 cucharilla de esencia de vainilla
220 g. harina
1 cucharilla de bicarbonato
1 pizca de sal
Preparación:
En un bol mezcla el aceite, el azúcar, el huevo, la miel y 1 cucharilla de esencia de vainilla.Incorpora la harina tamizada poco a poco, junto con la sal y el bicarbonato. Mezcla bien hasta conseguir una masa homogénea.
Precalienta el horno a 180ºC.
Con ayuda de una cucharilla haz porciones pequeñas y dales forma de bola. Colócalas en papel para hornear dejando suficiente espacio entre ellas ya que en el horno se extenderán.
Hornea durante unos 10 minutos, hasta que estén ligeramente doradas y agrietadas por la parte superior. Saca del horno y deja enfriar sobre el papel de horneado. Cuando salen del horno todavía están blandas, pero rápidamente se endurecen y se vuelven crujientes.
Con un buen helado casero están riquísmas.