Poco queda para dejar atrás el invierno y nada mejor que comenzar la primavera comiendo un helado de chocolate blanco. Son varios los sabores nuevos que quiero preparar este año y he decidido comenzar por un helado que sabía que iba a gustar muchísimo a todos los miembros de mi familia, el helado de chocolate blanco. El éxito ha sido tal que hasta uno de ellos me ha pedido que no lo haga más por estar, y cito textualmente, "demasiado bueno". El color, la textura cremosa y su delicioso sabor han hecho que este helado pase a los primeros puestos en la larga lista de helados que preparo en casa. Os aseguro que está riquísimo.
Este helado de chocolate blanco lo podéis comer tal cual, pero sobre una tostada francesa rociada con sirope de naranja, está increíble. Os podréis imaginar lo rico que estaba, ¿verdad?
Ingredientes:
- 160 g. de chocolate blanco
- 120 g. de leche
- 100 g. de azúcar
- 250 g. de mascarpone
- 250 g de nata para montar (35 % materia grasa)
Preparación:
- Echa en un bol el chocolate blanco, la leche y el azúcar y mezcla todo al baño maría. Cuando el azúcar y el chocolate se hayan disuelto, aparta del fuego y deja enfriar.
- Añade el mascarpone en tres veces y bate cada vez con una batidora normal. Deja reposar 3 horas en el frigorífico.
- Por último, añade la nata sin montar, mezcla bien y echa la mezcla en la heladera. Si no tienes heladera, echa la mezcla en un bol metalizado y mezcla con una espátula cada 30 minutos. Cuando veas que ya va espesando, mezcla cada 15 minutos hasta conseguir la consistencia deseada.
- Para la tostada francesa tan sólo necesitas rebanadas gruesas de pan de molde sin corteza, huevo, un chorrón de nata y un poco de azúcar. Mezcla el huevo, la nata y el azúcar y echa las rebanadas para que se empapen por ambos lados. Fríe cada rebanada en una sartén con un poco de mantequilla y después rocíalas con sirope de naranja.
- Para el sirope de naranja tan sólo tienes que hervir durante 2 minutos 150 ml de zumo de naranja, 220 g. de azúcar y 1 cucharada de piel de naranja rallada. El sirope que te sobre, lo puedes guardar en el frigorífico durante varios meses y usarlo para rociar crepes, pancakes, bizcochos...