Hoy os propongo una cena sencilla, pero muy rica: huevos poché empanados. Os aseguro que están tan ricos que tras el primer bocado, no podréis dejar de comerlos. En casa han sido todo un éxito y se han convertido en una de nuestras cenas favoritas. Hacer huevos pochcé es muy sencillo y yo diría que es hasta divertido. Las primeras veces no podrás evitar quedarte mirando cómo el huevo da vueltas en el agua. Y lo de romper el huevo en el plato para ver cómo cae la yema es un auténtico gustazo.
Ingredientes:
- 4 huevos grandes
- 2 l. de agua
- 100 ml de vinagre blanco
- harina
- pan rallado
- 1 huevo batido
- pimienta negra
- sal
Preparación:
- Echa el agua y el vinagre en una perola mediana y pon a hervir ligeramente. Cocina los huevos con cáscara de uno en uno durante 10 segundos. Sácalos y colócalos en un plato.
- Dale vueltas con una cuchara al agua de la perola y rápidamente echa en el centro un huevo pelado. El remolino que se forma por haberle dado vueltas al agua con la cuchara hará que la yema quede encerrada en la clara formando una especie de saco. Cocina el huevo durante 3 minutos. El agua ya no debe hervir y debe tener una temperatura aproximada de 85 ºC. Repite hasta terminar todos los huevos.
- Pasa el huevo poché a un recipiente con agua y hielos para que no siga haciéndose.
- Echa el huevo poché sobre un paño o papel de cocina para que absorba el exceso de agua. Corta el extremo de clara que sobresale para que quede el huevo lo más redondo posible.
- Pasa cada huevo por harina huevo y pan rallado y fríelos en aceite de oliva por ambos lados. Salpimienta al gusto y sirve, por ejemplo, junto a una ensalada.
Fuente: The real deal