Las carrilleras de cerdo nos gustan muchísimo en casa, así que de vez en cuando las preparo guisadas o asadas. No es una carne especialmente cara y guisadas quedan tiernas y muy sabrosas. Acompañadas de una buena salsa y de una guarnición son el plato perfecto.
Ingredientes:
- 10 carrilleras de cerdo (sin hueso)
- 3 cebollas
- 2 zanahorias
- 2 dientes de ajo
- 200 ml de vino blanco
- 1 cucharilla de miel suave (yo uso de acacia)
- 1 cucharilla de cúrcuma recién rallada
- 1 cucharilla de jengibre recién rallado
- aceite de oliva
- 1 rama de tomillo
- sal
Preparación:
- Corta finamente la cebolla, la zanahoria y el ajo y échalo en una olla a presión destapada. Echa un poco de sal.
- En una sartén marca las carrilleras por ambos lados con un poco de aceite y sal y reserva.
- Cuando las verduras estén pochadas, añade la cúrcuma y el jengibre. Echa las carrilleras y rehógalas un par de minutos a fuego fuerte.
- Después, añade la miel y rehoga un par de minutos más.
- Por último, echa el vino y cocina durante unos 5 minutos sin tapar. Añade la rama de tomillo.
- Cierra la olla a presión y cocina durante 20 minutos a fuego medio contados a partir de que suba la válvula. En mi caso debo esperar a que salga la segunda línea blanca.
- Cuando la olla se enfríe, saca las carrilleras y bate la salsa. Redúcela a fuego medio-bajo hasta obtener la consistencia que más te guste. Puedes añadirle una cucharilla de mantequilla. Echa la salsa por encima de las carrilleras.
- Como guarnición pon lo que más te guste. Yo suelo acompañarlo de un puré de patata y berza o de unas patatas asadas.