Siempre me había preguntado cómo se prepararía la leche condensada, pero lo que no me imaginaba era lo fácil que es de hacer en casa. En pocos minutos podéis tener lista esta deliciosa crema, que es en mi humilde opinión una de las más ricas que conozco.
Si alguna vez os ponéis a hacer una receta que la lleve y en el último momento os dais cuenta de que os habéis olvidado de comprar la leche condensada (cosa que por cierto me ha pasado en más de una ocasión), ya podéis prepararla vosotras/os mismas/os. Con tan sólo leche en polvo, azúcar y agua tendréis en un momento una deliciosa leche condensada casera.
Ingredientes:
200 g de leche en polvo
300 g. de azúcar
150 ml de agua
Preparación:
En un cazo echa el agua, el azúcar y la leche en polvo y remueve durante unos 10 minutos aproximadamente sin dejar que llegue a hervir.
Continua removiendo hasta obtener una textura cremosa y ligeramente densa.
Al principio estará un poco más líquida, pero cuando se enfríe espesará hasta alcanzar la misma textura que la leche condensada comprada.