Esta tarta de moka es una de las primeras tartas que aprendí a hacer de pequeña. Era súper fácil de preparar y gustaba a todos en casa. Por alguna razón la tenía olvidada y hacía más de 15 años que no la preparaba, hasta que hace unas semanas vi que mi hermana la había hecho y me dieron ganas de hacerla a mí también. Es curiosa la sensación que se experimenta cuando vuelves a saborear un sabor que tenías olvidado desde hace mucho tiempo en algún rincón de la memoria ¿verdad?.
Este tipo de tartas, a mi por lo menos, me apetece a cualquier hora del día y no es en absoluto empalagosa. La textura de la galleta reblandecida por la crema me encanta y el caco en polvo combina perfectamente con la moka.
Ingredientes:
- galletas tostadas rectangulares
- mantequilla a temperatura ambiente
- 2 sobres de café descafeinado
- 2 cucharillas de azúcar
- 1 sobre de natillas Royal
- 750 ml de leche
- 4 cucharadas de azúcar
- 2 cucharadas de maizena
- cacao en polvo
Preparación:
- En una bandeja cuadrada coloca la primera fila de galletas. Yo pongo 15 galletas sobre papel de aluminio o de hornear para poder sacar fácilmente la tarta.
- Prepara la natilla siguiendo las instrucciones del fabricante: calienta la leche con las cuatro cucharadas azúcar y cuando hierva, añada os polvos de la natilla y la maizena disueltos en un poco de leche. Remueve constantemente hasta que hierva de nuevo. Apaga el fuego y da vueltas hasta que espese un poco más.
- Echa la mitad de la natilla caliente por encima de la galletas y coloca otra capa de galleta. Echa por encima el resto de la natilla y cubre con una tercera capa de galleta. Deja la tarta durante unas horas para que la galleta se ablande.
- Para la cobertura de moka disuelve el descafeinado y las dos cucharillas de azúcar con unas gotas de agua y mézclalo poco a poco con con la mantequilla. Aplasta con un tenedor hasta que esté todo bien mezclado y coja el color deseado. Echa la mezcla sobre la tarta y extiende con una espátula. Por último, espolvorea con cacao en polvo.