El talo no podía faltar en mi recetario. Para los que no lo conozcan, os diré que se trata de una torta elaborada con harina de maíz y que se ha venido consumiendo en el País Vasco, norte de Navarra e Iparralde (país vasco francés) desde hace mucho tiempo. Hoy en día os puedo asegurar que no hay fiesta popular en la que no se preparen, con mayor o menor éxito (y es que algunos no los aciertan ni de lejos y mira que son fáciles de elaborar). Se trata de una receta sencilla, ya ves, harina de maíz y agua, que luego puedes rellenar con lo que más te apetezca: chorizo, queso, panceta e incluso chocolate con o sin queso.
Si he querido añadirla a mi blog es porque a mi personalmente el talo, también llamado arto opila (que significa torta de maíz en euskera), me encanta y porque es una de esas recetas tradicionales que hay que mantener y saber hacer. Pues eso, que se trata de una receta humilde, sin pretensiones a la que yo le tengo mucho cariño.
Ingredientes (para 2 talos):
1/2 taza de harina de maíz
1/2 taza de harina de trigo normal
1/2 vaso de agua
1 pellizco de sal
Preparación:
Aunque el talo se hace sólo con harina de maíz, yo prefiero hacerlo mezclando harina de maíz y de trigo, porque me parece que la masa se trabaja mejor y porque me gusta más su sabor.
Comienza echando las dos harinas y la sal en un bol. Mezcla bien y echa poco a poco el agua. Mezcla con las manos o con una espátula de madera hasta que los ingredientes estén bien integrados.
Divide la masa en dos y dales forma de bola. Coge una de las bolas y sobre una superficie ligeramente enharinada con harina de trigo comienza a aplastarla dándole forma circular. El talo se aplana a mano, girándolo de vez en cuando, pero a mi me gusta aplanarlo con el rodillo porque queda más fino. Así que comienza a aplanarlo con el rodillo y gira la masa 45 grados cada vez que le pases el rodillo. De esta forma conseguirás darle forma redondeada sin problemas. A mi me gusta darle de vez en cuando la vuelta y si la masa está húmeda echarle por ambos lados un pelín de harina. Luego se la extiendo con la mano y sigo aplanando la masa.
En una sartén o plancha echa un poco de aceite y extiéndelo con papel de cocina. Echa el talo y mientras se va dorando por un lado, comienza a hacer el otro talo. Cuando se dore un poco le das la vuelta y echas los ingredientes que más te guste. Cuando el otro lado esté dorado, dóblalo por la mitad y échalo en un plato. Repite lo mismo con el segundo talo y a comer se ha dicho.