Por aquí ya empezamos a tener ganas de comer helados, así que ¿qué mejor que un helado de chocolate para empezar? Esta receta la vi hace ya tiempo en la revista wholekitchen y la tenía en mi lista de recetas pendientes. Ha sido todo un éxito, tan rico como los comprados. Lo he hecho con una mini heladora que compre hace unos años. Sin duda, uno de los electrodomésticos a los que más partido le he sacado. Ya son varios los helados que he hecho y todos me han salido riquísimos. Te invito a que te des una vuelta por el blog para que elijas el helado que más te apetezca comer en estos días. Y ya me contarás...
Ingredientes:
- 600 ml. de leche
- 240 ml. nata líquida
- 175 g. de azúcar
- 4 cucharillas de cacao en polo
- 115 g. de chocolate negro
- 4 yemas de huevo
- 1 vaina de vainilla (o 1 cucharilla de esencia de vainilla)
Preparación:
- Parte la vaina de la vainilla por la mitad y extrae las semillas. En un cazo pon la leche, la nata, el azúcar y las semillas de la vainilla. Calienta todo hasta que el azúcar se disuelva, pero sin dejar que hierva. Retira del fuego y añádele el cacao en polvo. Remueve bien hasta que el cacao esté diluido. Después añade el chocolate troceado y calienta todo a fuego lento y sin que hierva hasta que el chocolate esté fundido.
- Mientras en un bol aparte, echa las yemas de huevo y bátelas. Vierte un poco del preparado anterior sobre las yemas sin dejar de remover. Vuelve a echar esta mezcla sobre el cazo y caliéntalo sin dejar de remover hasta que la mezcla vaya adquiriendo una textura más espesa (no debe hervir).
- Pasa esta mezcla a un bol y remueve de vez en cuando hasta que se temple, después tápalo y mételo en el frigorífico como mínimo 6 horas. Después, échalo en la heladora y sigue las instrucciones de ésta.