La de hoy es una receta sencilla cuyo ingrediente principal es el tomate. Con los tomates me pasa lo mismo que con la calabaza. Siempre hay alguien cerca que me regala grandes cantidades y por no comerlo siempre de la misma manera, me dedico a buscar recetas diferentes por todos lados. Hasta hace poco yo el tomate caliente lo tomaba siempre en la típica salsa de tomate, pero un día recordé una sopa de tomate que comí una vez en Italia y que me gustó mucho. Casualmente encontré una receta muy similar en uno de mis libros de cocina y en cuanto la vi no dudé en prepararla. En casa esta sopa de tomate nos gusta mucho. Espero que os guste a vosotros también.
Ingredientes:
25 g. de mantequilla
2 patatas
2 cebollas
1 k. de tomates
perejil
albahaca fresca
1 cucharilla de azúcar
sal
pimienta negra recién molida
600 ml de agua
300 ml de leche
2 cucharadas de nata líquida
Preparación:
Pelar y cortar en dados pequeños las patatas. Sofreír con la mantequilla unos minutos a fuego lento y después añadir la cebolla finamente picada. Cubrir unos minutos.
Mientras, escaldar los tomates y pelar. Añadirlos a las patatas y la cebolla y tapar. Cocer durante unos minutos. Salpimentar al gusto y echar el azúcar, el perejil y la albahaca.
Cuando las verduras estén bien cocidas añadir el agua y cocer otros 20 minutos a fuego lento. Transcurrido este tiempo pasar por el pasapuré y dejar enfriar. Si quieres esta salsa la puedes congelar, pero si la prefieres terminar de cocinar ahora, sólo tienes que añadirle la leche y remover a fuego lento un par de minutos.
Después en cada plato añadir un poco de nata líquida y albahaca picada. Puedes añadirle también un poco de queso rallado.