No conozco a nadie a quien no guste la carne asada. El pollo asado gusta siempre, es fácil de preparar y bastante más barato que otras carnes. Hoy he querido preparar un pollo relleno de bacon con una base de patata y boniato porque me parecen muy buenos acompañantes. El boniato asado está riquísimo y combina perfectamente con el tomillo. Para asar el pollo he seguido los consejos de Martín Berasategui, es decir, lo he asado primero a temperatura baja y después a alta. Así el pollo queda hecho por dentro, pero muy sabroso.
Ingredientes:
1 pollo
250 g. de bacon cocido y ahumado
1 cucharada de mantequilla
2 cebollas rojas
1 boniato
2 ajos
6 patatas pequeñas
1/2 vaso de agua
1 chorrón de vino blanco
aceite de oliva
pimienta negra
sal
tomillo
Preparación:
Lava el pollo con agua fría y sécalo bien.
Salpimienta por dentro y por fuera. Mete dentro el bacon y unta la parte de las pechugas con la mantequilla.
En una olla alta apta para horno echa las cebollas cortadas en tiras gruesas, las patatas peladas y cortadas por la mitad y el boniato pelado y cortado en rodajas de 1 cm aproximadamente. Añade los ajos pelados, echa sal y aceite de oliva. Mezcla bien. Espolvorea con un poco de tomillo.
Coloca el pollo encima con la parte de las pechugas hacia arriba. Echa el agua por la zona de las patatas y cubre la olla con papel de aluminio. Tapa con papel de aluminio y cocina a 160 ºC 45 minutos.
Pasado este tiempo, sube el horno a 200 ºC y cocina otros 30 minutos aproximadamente con la olla destapada (en este momento suelo añadir el chorrón de vino blanco sobre las patatas, nunca sobre el pollo) y otros 15 minutos con las pechugas hacia abajo o hasta que el pollo tenga un buen color. Dándole la vuelta el jugo de los muslos y de las alas van a las pechugas dejándolas así más jugosas.
Retira el pollo y colócalo sobre una bandeja con rejilla. Déjalo reposar 10 minutos con las pechugas hacia abajo antes de servir.