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6 may 2020

Kvass de centeno

Kvass de centeno

Hoy os traigo una receta un tanto diferente. Cada vez tengo más interés por los alimentos fermentados y después de hacer varias recetas he dado con la receta del kvass de centeno. ¡Todo un descubrimiento! El kvass de centeno es una bebida fermentada típica de Rusia. Aunque no es una cerveza, os confieso que cuando la probé por primera vez creí que estaba bebiendo una cerveza de verdad y es que por su aspecto y por su sabor lo parece. Además, como veis en la imagen, sale bastante espuma.

La primera vez que abrí una de las botellas que había preparado no podía creer que yo en casa hubiera conseguido hacer una bebida así. Creeréis que el kvass de centeno es difícil de preparar, pero no lo es en absoluto y por eso he querido compartir la receta con vosotros. Os aseguro que es muy fácil y que una vez lo hagáis, no dejaréis de prepararlo. Por supuesto, tiene algo de alcohol y lo notaréis, así que ya sabéis, bebed con moderación.

Para preparar el kvass de centeno necesitaréis lo siguiente:
  • Una olla amplia.
  • 1 garrafa de plástico o vidrio de 5 litros.
  • 1 trampa de aire.
  • 1 tapón de silicona con agujero.
  • Botellas de cerveza vacías (clica aquí para ver a qué tipo de botella me refiero). 

La olla amplia es para hervir los ingredientes, yo uso la de la olla express sin la tapa.

El fermentador es un recipiente que sirve para poner a fermentar unos días el kvass en un ambiente anaeróbico. Yo al principio usaba una botella de plástico de 5 litros. Lo ideal sería usar vidrio en lugar de plástico, pero si estáis empezando en esto de hacer bebidas fermentadas, no os recomiendo gastar dinero. Si veis que el tema de la fermentación os gusta y que vais a prepararlo más veces, os recomiendo comprar garrafas de vidrio. Yo utilizo 2 garrafas de 2 litros de capacidad cada una que compré por Internet y con las que estoy muy contenta (si queréis ver las que uso yo, haced clic aquí).
La trampa de aire o airlock es una herramienta que se coloca en el fermentador y sirve para que pueda salir el dióxido de carbono generado por las levaduras, pero sin que entre oxígeno en el fermentador (si queréis ver los que uso yo, haced clic aquí).

El tapón de silicona con agujero sirve para colocar la trampa de aire y sellar el fermentador. El que yo que yo compré no tenía agujero así que se lo tuve que hacer yo. Si lo preferís podéis comprar a la vez las garrafas junto con las trampas de aire y los tapones con agujero. Así os aseguraréis de acertar con las medidas del tapón. El mío mide 22 mm en su parte más estrecha y 29 mm en su parte más ancha.

Si queréis medir la graduación alcohólica tendréis que usar un hidrómetro (haced clic aquí para ver el que yo uso) y coger dos muestras del líquido, la primera cuando lo vayáis a meter en el fermentador y la segunda cuando vayáis a rellenar las botellas de vidrio. El hidrómetro viene con un tubo en el que tenéis que echar las muestras de líquido. Dentro del líquido deberéis introducir el hidrómetro para medir la densidad. En el hidrómetro hay unos números y deberéis apuntar el número que queda justo en la parte más alta del líquido. Tendréis que hacer esta fómula:

densidad inicial - densidad final / 7,5 = X
X + 0,5 = % alcohólico.

Ingredientes:

  • 5 litros de agua (comprada o filtrada) 
  • 4 rebanadas de pan negro de centeno 100% 
  • 2 cucharadas de uvas pasas 
  • 400 g. de azúcar 
  • 1 cucharilla de levadura seca (puedes usar levadura para sidra o para cerveza (Haz clic aquí para ver la que yo uso)

Preparación:

  1. Echa en una olla grande el agua, las uvas pasas y el azúcar y llévala a ebullición. Es conveniente que sea agua sin cloro, por eso yo uso agua mineral comprada. 
  2. Tuesta las rebanadas de pan hasta que estén bien oscuras. Cuanto más tostado esté el pan, más oscuro será tu kvass. 
  3. Cuando el agua empiece a hervir, apaga el fuego y echa el pan tostado en la olla, cúbrelo con una tapa y déjelo reposar durante 8 horas. Pasado este tiempo, retira el pan tostado y tíralo. 
  4. Cuela el líquido y échalo en el fermentador. Toma la primera muestra y apunta en qué número se queda la marca del hidrómetro. En mi caso es 1040. 
  5. Añade la levadura y cierra el fermentador con la trampa de aire. Pasadas unas 10 horas, mira si sale cada pocos segundos una burbuja en la trampa de aire. Esto significará que ha comenzado a salir el dióxido de carbono por la trampa de aire. Deja la botella así unos 7 días hasta que termine la fermentación. 
  6. Cuando veas que ya no salen más burbujas en la trampa de aire (yo calculo unos 10 minutos sin salir burbujas), trasvasa el líquido a las botellas de cerveza bien limpias. Si el fermentador tiene un grifo podrás hacerlo fácilmente, pero si no lo tiene tendrás que usar un tubo de plástico y aspirar por él hasta que salga el líquido. 
  7. Ahora debes reservar una segunda muestra e introducir el hidrómetro. En mi caso la marca llega hasta el número 998. Ahora ya puedes hacer la fórmula, en mi caso sería así: 1040-998 /7,5= 5,6 + 0,5= 6,1% de alcohol.
  8. Puedes tomar así el kvass, pero a mi me gusta que tenga gas al abrir la botella. Para ello, lleno cada botella hasta el inicio del cuello y añado 5 gramos de azúcar por cada medio litro. Así conseguirás la espuma de la foto. 
  9. Deja las botellas bien cerradas una semana y después mételas en el frigo antes de servir. No conviene dejarlas más días porque las botellas podrían explotar. Si lo prefieres, puedes llenar de kvass una botella de plástico pequeña para que te indique cómo está el kvass en las botellas de vidrio. Cuando veas que comienza a hincharse, sabrás que debes consumir el kvass de las botellas de vidrio lo antes posible. De lo contrario, es posible que exploten. Lo cierto es que haciendo poca cantidad, el kvass se termina en seguida y a mi nunca me ha pasado, pero te lo comento para que lo tengas en cuenta.
Fuente: Rusízate, Alla's Yummy Food y Cuoredicioccolato.